Irak vivió en julio el mes más mortífero en casi dos años,
con al menos 325 muertos y 697 heridos en ataques a través del país, donde las
tensiones siguen siendo importantes 9 años después de la invasión de EEUU a
este país.
“Detrás de esta escalada de la
violencia hay razones políticas, de seguridad y estratégicas”, estas últimas
vinculadas sobre todo al conflicto sirio, explicó Ali al Haidari, un experto
irakí en seguridad y estrategia.
Este conflicto “creó un espacio para la organización Al
Qaida, que puede desplazarse de Irak a Siria”, afirmó.
Al contexto regional se agregan la inestabilidad política en
Irak –con el conflicto entre el primer ministro Nuri al Maliki y sus
detractores, que lo acusan de tener un comportamiento dictatorial– así como los
diferendos petroleros y territoriales que oponen al gobierno central de Bagdad
y la región autónoma de Kurdistán.
“Los diferendos políticos en Irak tienen un impacto negativo
sobre la seguridad y la economía, en un fondo de falta de confianza entre los
asociados políticos y de ausencia de consenso sobre las opciones políticas en
materia de seguridad”, destacó Haidari.
En total, 325 personas –241 civiles, 40 policías y 44
soldados– murieron en Irak durante el mes de julio, mientras que 697 personas
–480 civiles, 122 policías y 95 soldados– resultaron heridos, según datos
recopilados por los ministerios de la Salud, del Interior y de la Defensa.
Se trata del balance mensual más elevado entregado por el
gobierno irakí desde agosto de 2010, mes durante el cual habían muerto 426
personas y 838 habían resultado heridas.
Las cifras gubernamentales son habitualmente inferiores a
las entregadas por otras fuentes, pero el balance de julio es superior al
recuento que hace la AFP y que se basa en cifras de responsables médicos y de
la seguridad.
Durante los 31 días del mes de julio, al menos en 27 hubo
atentados. Balances superiores a 10 muertos fueron registrados durante cinco
días: 39 decesos el 3 de julio, 11 un día después, 17 el 22 de julio, 113 el
día siguiente y 23 el 31.
Los atentados más sangrientos se produjeron el 23 de julio,
cuando 29 ataques afectaron a 19 ciudades irakíes, matando a 113 personas y
dejando 259 heridos. Se trata de la serie de ataques más mortífera desde el 8
de diciembre de 2009, cuando habían perecido 127 personas.
En un mensaje difundido el 25 de abril en internet, el
Estado islámico de Irak (ISI), rama de Al Qaida, había anunciado “una ofensiva
sagrada durante el ramadán” contra objetivos “cuidadosamente elegidos” en
particular las “fuerzas de seguridad, el ejército y los chiitas”.
De hecho, la serie de ataques que dejó 113 muertos se
produjo en el tercer día del mes de ayuno musulmán, que este año cae en pleno
verano.
Fuente: LibreRed
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