Robin Hood Memorial en Nottingham |
El robo famélico es una figura jurídica presente en los
códigos penales de algunos estados de México. Este hecho institucionaliza una
situación de desigualdad que no se encuentra solo en México sino,
prácticamente, en cualquier país de nuestro planeta. Esta concepción ha servido
de eximente a ciudadanos mexicanos que viéndose obligados a robar para poder
comer han tenido la fortuna de no tener que responder penalmente de esos hechos
que son considerados punibles.
La justificación jurídica de este principio es que el
legislador entendió que la libertad (su pérdida si correspondiere) es un bien
jurídico más importante que el protegido por el delito de robo o hurto.
Evidentemente, se trata de un precepto sensato, pues si alguien debe responder
de que existan hechos de este tipo es el Estado que, en su afán de salvaguardar
la estructura económica-política sobre la cual descansan sus principios, olvida
el reparto de la riqueza, lo que solo puede acarrear pobreza.
En España la pobreza es ya un problema de gravedad. Y cuando
se protege al que tiene y se golpea al necesitado, los actos como los que han
protagonizado Gordillo y sus compañeros en centros comerciales, en las
provincias de Sevilla y Cádiz, no son más que una consecuencia, hasta cierto
punto esperada, que difícilmente puede suscitar rechazo entre los más
necesitados del momento.
Examinemos la naturaleza de estos actos de insubordinación:
La motivación: Ésta es radicalmente opuesta al afán de lucro
de los centros comerciales “víctimas” de la expropiación. Como es bien
conocido, los alimentos (todos ellos de primera necesidad) se van a donar a un
banco de alimentos. Esto es muy importante, porque cada vez se ve a más
personas buscando algo de comida en los contenedores y éstas no tienen los
medios necesarios para llevar a cabo una acción de este tipo, sin embargo
gracias a ella van a poder acudir a esos bancos de alimentos y tener algo que
llevarse a la boca.
Los objetivos elegidos: No se trata de ninguna tienda de
barrio, son centros comerciales enormes y la cantidad de alimentos sustraídos
no va a suponer merma alguna en su volumen de negocio, sin olvidar además que
tendrán sus seguros contratados. Por todo ello es un insulto a la inteligencia
hablar o intentar promover la idea de pérdidas en este sentido. En cambio el
valor que esos alimentos puede tener para las personas que los reciban, aunque
no les cuesten nada, será, con toda probabilidad incalculable. Es de necios
confundir valor con precio, tal y como nos recordaba Antonio Machado.
Los productos en cuestión: Una acción de este tipo si
buscara apropiarse de ropa o productos electrónicos perdería todo su cariz de
necesidad, además de que sería imposible que encajara en aquella figura del
robo famélico. Es bufonesco criticar la expropiación alimentaria arguyendo que
se vayan a Zara también. Ésta es una empresa criticable en muchos aspectos,
pero sus productos no contribuirían a saciar el hambre de las personas.
Parece que el miembro del Opus Dei y también Ministro del
Interior Jorge Fernández Díaz, que admira a Dios ha pedido la detención de
las personas que han participado en esta acción. Ya que, según él, no debe
permitirse que se viole la ley, porque si no sería la ley de la selva
(desconozco si se refiere a las Doce Tablas o las leyes del Estado). El
problema es que las leyes del Estado no son neutras y se encaminan a proteger
un sistema económico determinado y a una élite que, mediante el trabajo de
otros, lo lidera.
En cualquier caso, Fernández Díaz, primero pide la detención
y luego apremia al ministro de Justicia, para que éste “inste” a la fiscalía
por si los hechos fueran constitutivos de delito. Eso sí, primero ¡deténgalos!
Porque si las normas que hay no son suficientemente contundentes con este
ataque a la propiedad privada (pilar sagrado del sistema) harán otras nuevas.
Ahora bien, no tendrán en cuenta el principio del robo famélico, porque eso
supondría ayudar a los que roban para poder dar de comer a otros, y en este
sistema no es ese el ejemplo que debe cundir. Las leyes se encaminan más hacia
aquella pregunta que se plantea en la película de Robin Hood: "Si es
ilegal que un hombre busque sobrevivir ¿cómo puede ser un hombre por derecho
propio?".
Excelente artículo.
ResponderEliminarUn articulo bueno y estando de acuerdo con ud, podriamos poner muchos mas ejempleo que suceden en esta "españa" corrupta en la que vivimos, aparte de este episodiao podriamos decir de otros muchos , entre otros, que nos parece lo que estan haciendo los ladrones de repsol, aparte de en otros paises, pues hoy en dia el crudo esta a 93 dolares, como hace algunos años, pues hoy en dia estamos alcanzando records en los combustibles.Que nos parece el tercer hombre mas rico del mundo, donde fabrican sus prendas, como adidas, nike etc, en suburbios, con crios, miserias, luego nos extraña que existan terroristas, es que para luchar contra esta gente, mercados, bancos, partidos politicos, etc, uno se hace terrorista o radical a la fuerza
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