Durante la 3ª Conferencia ministerial de los Amigos de
Siria, el presidente francés Francois Hollande se desplaza para saludar a la
secretaria de Estado Hillary Clinton, que se limita a extender una mano
displicente. Sólo el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido
Westerwelle, se pone de pie ante el presidente de Francia.
10/07/2012
Por Ghaleb Kandil
Comienzan a definirse los contornos de la escalada
guerrerista de Estados Unidos contra el Estado sirio. Es evidente que la
estrategia de guerra indirecta ideada por el director de la CIA, el general
David Petraeus, quien supervisa la movilización de los recursos materiales,
financieros, militares y de los medios de inteligencia necesarios en el marco
del conflicto, se basa en una guerra de desgaste a largo plazo, guerra
desarrollada a través de las bandas armadas.
Los centros estadounidenses de investigaciones y análisis
hicieron una evaluación global de la situación de los grupos de oposición, muy
divididos entre sí, y llegaron a la conclusión de que en realidad se trata de
una mescolanza de exilados y de grupos políticos en eterno conflicto entre sí y
sin verdadero peso dentro de la sociedad siria. Y, entre toda esa mescolanza,
los occidentales y Turquía apuestan por la Hermandad Musulmana.
Los expertos estadounidenses reconocen que ese mosaico de
fuerzas políticas ha sabido resistir a… todos los esfuerzos de Estados Unidos y
de sus aliados por unificarlos, a través de innumerables reuniones en Turquía,
Francia y Egipto, sin entrar a mencionar las decenas de encuentros secretos
auspiciados por la CIA. La más reciente reunión en El Cairo no ha hecho más que
confirmar lo lejos de la unificación que están esos grupos. Y también mostró
que Occidente, con Estados Unidos a la cabeza, así como Turquía y Qatar, apoyan
a la Hermandad Musulmana, mientras que Arabia Saudita apoya, financia, arropa y
orienta a los grupos salafistas y takfiristas, y a varias “personalidades” de
la oposición que ya venía manteniendo desde hace años, con Abdel Halim Khaddam
y Rifaat al-Assad a la cabeza.
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos realizaron
además un censo de las bandas y grupos armados activos en Siria, a través del
Institute for the Study of War, que trabaja para la CIA y el Estado Mayor
Conjunto. Las conclusiones del estudio, publicadas en el sitio web de ese
tanque pensante, muestran claramente que Estados Unidos apuesta por desarrollar
las estructuras de esas bandas y muestran también que EEUU está actuando para
garantizar a estas el flujo constante de dinero y armas. Se ha establecido una
relación directa con los jefes de esos grupos mediante la creación de un puesto
de mando de operaciones y planificación, que se halla bajo la dirección de
oficiales de la CIA y de otras agencias de inteligencia de Estados Unidos o de
países de la OTAN. Ese puesto de mando está en Turquía. Desde allí van a
intensificarse, en los próximos meses, las agresiones contra el Estado nacional
sirio, para debilitarlo lo más posible. Entre las prioridades se halla el uso
de la escena libanesa en contra de Siria. El senador John McCain incluso lo ha
dicho claramente, llamando a la creación de una zona tapón para el Ejército
Sirio Libre, después de un encuentro con el jefe de las Fuerzas Libanesas. Y
las milicias de la Corriente del Futuro y de los grupos salafistas libaneses no
han esperado mucho para dar muestras de obediencia, desde el jueves 5 de julio,
sustrayendo la región de Akkar a la autoridad del Estado. Individuos
enmascarados y armados hasta los dientes establecen barreras en las carreteras,
aíslan poblados y registran a los habitantes y a los pasajeros de los vehículos
que pasan, sin que nadie les pida cuentas por lo que hacen.
Las más recientes declaraciones del presidente Bachar
al-Assad, quien el pasado domingo denunció que Washington apoya las bandas
armadas para desestabilizar Siria, confirman los informes anteriormente
mencionados. En entrevista concedida a la televisión pública alemanaARD, el
presidente al-Assad agregó «Estados Unidos es un participante en el conflicto.
Está proporcionando protección y apoyo político a esas bandas para
desestabilizar Siria».
En el terreno, Siria ha respondido a las amenazas de la
secretaria de Estado Hillary Clinton. Esta última afirmó que «la oposición es
lo bastante fuerte como para lanzar una ofensiva contra el Estado». Y Siria ha
respondido con la organización de importantes maniobras militares. El pasado
fin de semana, la marina siria comenzó ejercicios de tiro real, con lanzamiento
de misiles tierra-mar para «simular un escenario de defensa contra un ataque
sorpresivo desde el mar», según indicó el domingo la agencia siria Sana. «La
marina efectuó el ejercicio con éxito, rechazando un hipotético ataque y
destruyendo con gran precisión los blancos establecidos», reportó esa agencia
de prensa.
El ministro de Defensa, general Daud Rajha, presenció el
ejercicio y se congratuló por «el excepcional desempeño de las fuerzas navales
que han demostrado su alto nivel de entrenamiento para el combate y su
capacidad en la defensa de las costas sirias contra toda posible agresión».
Según la agencia Sana, estos ejercicios son parte de un plan
de entrenamiento combativo establecido por el Alto Mando del ejército, plan que
prevé la realización de ese tipo de ejercicios con una frecuencia anual.
Ese plan incluye «maniobras militares con la intervención de
las fuerzas terrestres, navales y aéreas para evaluar la preparación combativa
del Ejército Sirio Árabe y conocer su capacidad en el cumplimiento de su deber
en condiciones comparables» a las del combate real.
En el plano político, el viceministro iraní de Relaciones
Exteriores calificó el domingo de «farsa» la idea de obtener por la fuerza la
renuncia del presidente Bachar al-Assad o de obligarlo a partir y lanzó una
advertencia en contra de la posibilidad de un ataque, que señaló como «estúpida
y catastrófica», contra Siria. «Irán aprueba los planes de reforma del señor
al-Assad y las negociaciones tendientes a forzarlo al exilio son una farsa»,
declaró Hossein Amir Abdollahian en Amman, donde invitó al rey Abdallah II de
Jordania a la próxima Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, a
celebrarse en Irán.
«Una intervención militar en Siria no es probable y, si
llegara a ocurrir, sería estúpida. Siria puede defenderse sola, sin ayuda de
Irán. Cualquier solución no política sería catastrófica para toda la región»,
afirmó.
Buen articulo, no dudo de la veracidad. Pero bajo mi experiencia personal y ya que la mitad de mi familia es siria creo que es una revolucion principalmente popular. El pueblo sirio esta agotado del regimen y siente que debe decidir por si mismo.
ResponderEliminar