AFP Dominique Faget
Comida de la basura para alimentar a los españoles afectados por la crisis. Crece en España el movimiento ‘freegan’, que denuncia el consumo irresponsable y el derroche de alimentos
Hurgar
en contenedores de basura en busca de comida se está convirtiendo en una
práctica cada vez más común en España. Muchos lo hacen por convicción, otros
porque son personas sin hogar o sin recursos económicos. Sin embargo, crece el
número de ‘hurgadores’ que lo hace por necesidad. La crisis económica que azota
el país no les deja otra alternativa. Y es que según un informe del Parlamento
Europeo, cada ciudadano de la Unión Europea tira a la basura 179 kilogramos
de alimentos al año. La media en España, aunque por debajo
de la europea, es de 163 kilogramos anuales por habitante. En el país ya
existen movimientos de grupos organizados cuya finalidad es denunciar el
despilfarro de alimentos de la sociedad de consumo en tiempos de crisis. Uno de
ellos es el grupo madrileño llamado Comida Basura cuyo lema es "tu basura
es mi tesoro". Los miembros de este colectivo, fundado en 2010, no sólo
recorren las calles de la capital en busca de alimentos que hayan desechado
vecinos, tiendas o supermercados, sino que además organizan con estos desechos
multitudinarias cenas gratuitas, de acuerdo a un reportaje publicado por AFP.
Al parecer la comida “está muy rica”, según asegura Pepe Rodríguez, un
desempleado de 44 años que se enteró por un amigo de la posibilidad de comer
gratis. “No me causa ningún problema comer un plato de estos porque sé
realmente que la comida que se tira no está en mal estado”, afirma. Si bien es
cierto que a los activistas de este grupo freegan, término que define a quienes
reciclan los alimentos que otros desechan, no les empuja la pobreza o el hambre
sino que lo hacen por convicción, lo cierto es que ayudan a un número creciente
de españoles que se encuentran sumidos en la pobreza. Al igual que ellos,
cada vez son más los jubilados, pensionistas e inmigrantes que hacen la 'compra
diaria' de esta manera. Estos últimos, sin embargo, lo hacen porque no les
queda otra opción. Para miles de familias españolas, la crisis económica se ha
convertido en una verdadera tragedia. Mientras en el país aumentan
los recortes en servicios sociales, la pobreza y el desempleo no
disminuyen. Los datos hablan por sí solos. Según el Instituto Nacional de
Estadística, en el año 2011 el 21,8% de la población vivía bajo el umbral de la
pobreza, frente al 20,7% en 2010 y al 19,5% en 2009. No obstante, y a pesar de
que la práctica es inofensiva, en la capital española, precisamente donde
nació el colectivo Comida Basura, está sancionada. Allí el Ayuntamiento
multa desde hace unos años con hasta 750 euros a quienes hurgan
en los contenedores porque consideran que haciéndolo ensucian la vía pública.
Además algunos comerciantes también han tomado medidas para evitar que los
ciudadanos ‘aprovechen’ la basura y rocían con productos químicos los
desechos.
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